martes, 14 de abril de 2009

La americana multiorgasmica




A finales del pasado verano, y a traves de una famosa web de contactos alt.com, me llego un mensaje muy interesante. Una mujer, americana, en los cincuenta y tantos, sumisa de vocación, tenía previsto un viaje a Barcelona por trabajo, y buscando también alguna diversión paralela le pareció interesante mi perfil. Después de unos correos, acordamos una cita sin compromiso cuando estuviera aqui. Ella estaba alojada en unos apartamentos de la calle Napoles, y cuando pasé a recogerla por la tarde, todavía no habia llegado por un retraso en su trabajo.
 
Cuando llegó y aunque había visto alguna de sus fotos, la realidad acostumbra a ser un tanto diferente, así que me encontré con una mujer muy cercana a lo que esperaba pero con un importante sobrepeso y cierto cansancio reflejado en su rostro, y lo más sorprendente de todo es que no hablaba ni una palabra de español, y se encontraba sorprendida del bajo nivel de ingles que había en Barcelona, por lo que tenía problemas idiomáticos a todas horas. Mi nivel de inglés no es muy bueno, pero si suficiente para enternos y solucionarle algun que otro problemilla de logística.
 
Pasamos a su apartamento y la espere mientras se daba una ducha y cambiaba de ropa. Se puso una camiseta, una falda por las rodillas y unas sandalias planas. Nada del otro mundo. Como era temprano, sobre las seis de la tarde la subi en mi coche y la lleve al pie del Tibidado, al Mirablau a tomar una copa y enseñarle Barcelona, y después la lleve a cenar a un asador muy cercano a su apartamento. Comimos muy bien con una buena botella de Ribera del Duero y los chupitos de rigor al final. Evidentemente la conversación fue derivando a temas cada vez mas picantes y nada mas salir nos dirigimos a su apartamento. Alli, me sente de nuevo en el sofa a la espera que volviera a cambiarse.
 
Esta vez el cambio fue espectacular. Apareció con un body de color negro, ligueros, medias de rejilla, zapatos negros de tacon altísimo. Se situó frente a mi, se arrodilló en postura sumisa, me miró unos instantes a los ojos manifestandome con ellos su absoluta entrega a mis caprichos y bajo la vista. Yo estaba casi extasiado con ese cambio de look. Yo me sentía pletórico, exultante de satisfacción de haber conseguido mi proposito... su entrega, pero todavía me aguardaba una experiencia sensacional.
 
Podría entrar en detalles de las dos horas que siguieron, pero os lo dejaré a vuestra imaginación para ir directamente al final. Eso si, en ese tiempo como podeis sospechar, hubieron azotes, bondage, me la follé por todos sus agujeros, despacito y suave en ocasiones, y salvaje y duramente en otras, y ella, multiorgasmica hasta límites que yo desconocía y que difícilmente hubiera podido imaginar, disfrutó de su sumision y su entrega como se merecía. Cuando al final me corri en su boca, y la obligue a tragar y limpiarme toda la leche con su lengua, y estaba ya prácticamente agotado, me pidio que le le azotase y masturbara todavía mas su húmedo, y totalmente depilado coño. La puse en una posición cómoda en la cama, boca arriba y bien abierta de piernas y la complací. Jamás había visto nada igual. Se corrió una docena de veces mas, soltando unos inmensos chorros y retorciendose de placer mientras yo la azotaba con la palma de mi mano cada vez mas duro, y cuanto más excitada se ponia le acariciaba el clítoris produciéndole un nuevo orgasmo. Fué algo bestial, sumamente excitante y maravilloso, y de lo que estoy seguro que nunca olvidaré esta experiencia que como la gran mayoria, tanto me ha aportado, me ha enseñado y he disfrutado.

1 comentario:

  1. mmm...esas son las buenas experiencias, las que dejan buen sabor de boca.

    Gracias por compartirla.

    ;)
    Besitos

    ResponderEliminar