domingo, 22 de febrero de 2009

A veces los sueños se hacen realidad---











Hace ya unos tres años, tuve la enorme satisfacción, de poder realizar una de mis más soñadas y deseadas fantasías sexuales que hoy he decidido contar aquí, y a la que acompaño con alguna de las fotografías reales que hicimos durante aquella fascinante tarde de primavera. Yo había conocido una chica boliviana a la que llamaremos "M" a través de un anuncio de amistad de loquo. Primero nos escribimos, luego chateamos, hablamos por teléfono y finalmente un buen día quedamos para tomar un café en un centro comercial. Aquel primer encuentro, nos llevo a descubrir nuestras mutuas aficiones al sexo, a las fantasías sexuales, al sado erótico, y al bdsm. Fuimos descubriéndonos para llegar a mantener una buena amistad, complementada con una fantástica relación sexual. Ella era mas bien menuda, delgada, con un buen cuerpo, y de media melena negra azabache con unos enormes ojos marrones. Físicamente estaba francamente bien, pero mentalmente era un autentico torbellino. Yo he tenido varias relaciones y experiencias de todo tipo en bdsm puesto que desde hace muchos años que mantengo un gran interés en este tema. Ella no tenia experiencia en la misma pero estaba ansiosa de aprender y desarrollarse como Ama. Desgraciadamente o afortunadamente, los dos teníamos una natural tendencia hacia la vertiente dominante por lo que una relación D/s entre nosotros no era posible. No obstante eso no impidió que de vez en cuando tuviéramos unas fantásticas tardes o mañanas de sexo morboso. Su pareja habitual de la que estaba harta, tenia a su cargo un piso de prostitución, donde ella aprendió como se llevaba este negocio en Barcelona. Al cabo de poco tiempo, se separó, y entonces montó ella una casa de putas, llevándose a algunas chicas de las que trabajan con su ex. Yo la visitaba de vez en cuando, y a veces nos acostábamos y otras solo charlábamos, o salíamos a comer, pero a pesar de sus ofrecimientos de que colaborara o participara del negocio, me abstuve siempre de tener ninguna vinculación con el mismo, puesto que mi trabajo es otro, y para mi, mi relación con ella y con el sexo es siempre bajo el prisma de la diversión, y nunca bajo la perspectiva del dinero. Al poco tiempo, la cosa le iba bien, y como en este oficio, la rotación de personal es importante, pues cada vez tenia chicas nuevas y de todo tipo. "M" que es lista como el hambre, tan solo estaba al cargo de todo, pero no ejercía de puta, pero sabía que si ofrecía entre sus clientes el servicio de SM, sus ingresos aumentarían considerablemente. Así que ideó la manera de poder ampliar su catalogo de servicios. Un buen día me dijo que tenia una chica nueva. La llamaremos "H", que era peruana, de diecinueve años, que estaba muy bien pero que no tenia nada de experiencia. Tenia un novio al que le decía que iba a limpiar a una casa, y se pasaba el día en el negocio ofreciéndose como puta a los clientes. Como estaba de muy buen ver, y era muy joven, tenia mucho éxito, aunque su nivel de implicación, o de experiencia y sabiduría sexual dejaba mucho que desear, "M" le propuso aprender cosas nuevas para poder ejerceré como "sumisa" en el servicio de Sado Erótico. "H" accedió encantada, así que un día me explicó que quería ofrecérmela como regalo, para que yo le diera unas primeras sesiones en donde ellas dos aprenderían de como llevar a termino sus roles de Ama y sumisa y podrían poner en marcha esta nueva variante del negocio. Evidentemente, yo accedí encantado, así que las cité para comer en un restaurante al día siguiente...




A la hora convenida, nos encontramos a la puerta del restaurante. "M" iba con una falda de tubo, camisa y chaqueta y nos zapatos con tacón bajo. "H" a la que yo todavía no conocía iba con unas botas camperas, vaqueros, blusa y chaqueta. Era una chica muy hermosa. Larga melena negra, ojos marrones, piel muy tostada sin llegar a ser mulata, manos cuidadas, y extremadamente tímidas. Nos saludamos, entramos al restaurante, y comimos mientras charlábamos distendidamente "M" y yo, y "H" no miraba curiosa y atenta pero sin ser capaz de entrar en la conversación por su timidez y su juventud. Durante la comida, le expliqué a "H" lo que "M" me había contado de ella, y le pregunté si efectivamente deseaba sentirse sumisa en mis manos, a lo que asintió bastante convencida. Así que pagué la cuenta, le di mi maletín a "H" para que lo llevara y nos marchamos a un apartamento que tenía alquilado a pocas calles de allí, fuimos dando un paseo hasta llegar a él y cuando entramos en el edificio le dije a "H" -a partir de este momento me perteneces y harás cuanto te ordene, mantendrás todo el tiempo la mirada baja, y tan solo hablaras cuando se te pregunte-.

Entramos en el ascensor y le ordene se pusiera de rodillas ante nosotros. "M" estaba supercontenta y excitada, y tan solo quería mirar y observar. Al llegar al rellano le di las llaves del apartamento a "M" y cogiendo del pelo a "H" le dije -tu de rodillas perra, ven conmigo-. Mientras "M" abría la puerta yo entraba con "H" cogida del pelo y andando de rodillas y cargando mi maletín hasta un comedor donde la deposité en el centro y me senté en el sofá. "M" se sentó a mi lado, nos besamos tranquilamente y le dije a "H" que se desnudara totalmente. No llevaba ropa demasiado sexy, así que eso le iba a costar un severo castigo. Se desnudo sin demasiada gracia la verdad, y volvió a ponerse de rodillas. Yo me levante, coloque mi maletín sobre una mesa que había y lo abrí. A "M" se le abrieron los ojos como platos al ver los juguetitos que había traído, y elegí primeramente unas esposas y la pala.
Le puse las esposas y la tumbe sobre mis rodillas dándole así su primera lección sobre el spanking. Lo aceptó muy bien, y lo disfruto como me comentó mas tarde. Después, le ate las muñecas a los tobillos, utilizando cinta aislante, para que quedara con las piernas encogidas y abiertas a mi gusto, donde poder jugar con su coñito, azotarlo, ponerle unas pinzas o introducirle un consolador mientras también jugaba con sus pequeños pero bien formados pechos. Por sus reacciones la experiencia iba muy bien, asi que fui alternando las caricias, los azotes, el sexo salvaje, mientras “H” gozaba de la experiencia.

A todo esto, “H” se dedico a fotografiar esta primera y Light sesión de iniciación para regocijo de los participantes en ese momento, y quizás ahora para algún visitante….

martes, 17 de febrero de 2009

Un poco de humor.... que no nos falte nunca...


  Un amigo le dice al otro:
- ¿Tú que piensas de las mujeres cuando practican el sexo con nosotros? ¿lo hacen por amor o por interés?.
- La mía lo hace por amor...
- ¿Como estás tan seguro?
- Porque lo que es interés, no pone ninguno.


    

Una amiga le pregunta secretamente a la otra:
- María, ¿tú has hecho el amor con condón?
Y la amiga responde: ¿Con don quién?


 
  Una mujer muy ansiosa llega a una farmacia y pregunta:
- ¿Usted vende condones extra largos?
- Si, claro. ¿Cuantos quiere?
- Yo, ninguno. Pero si no le importa, me gustaría sentarme aquí a esperar a que llegue alguien a pedirlos



Una joven rebelde muy liberada, entra en un bar completamente desnuda. Se para frente al camarero y le dice:
Déme una cerveza bien helada!.
El camarero se queda mirándola sin moverse...
- ¿Qué pasa? Dice ella
  ¿Nunca ha visto a una mujer desnuda?.
- Sí, muchas veces
- ¿Y entonces que mira?. -
-¡Quiero ver de donde va a sacar el dinero para pagar la cerveza!.


 
Cual es la diferencia entre la amante y la esposa?
40 kilos y 15 años.



Cual es la diferencia entre el amante y el esposo?
40 minutos.



P: Conoces el castigo para la bigamia?

R: Tener dos suegras.



Llegan los novios a la luna de miel y el novio le dice a la novia:
- Mi amor...pero.... tú no eres virgen!
-Y ella responde:
-Ni tu San José...Ni esto es un pesebre!



Una pareja de ancianos discute.
El: Cuando te mueras voy a comprar una lapida que diga: 'Aquí yace mi mujer, tan fría como siempre'.
Ella: Y yo voy a poner:
'Aquí yace mi marido, al fin rígido!'.



-María, que felices éramos hace 15 años...
-Pero si no nos conocíamos...
-Por eso María... por eso.
 


 
- Doctor, tengo un problema tremendo.
Estoy perdiendo la memoria.
- Cuánto tiempo hace?
- Cuánto tiempo hace de que?



Un vampiro llega con toda la boca rebosante de sangre, otro vampiro lo ve y le pregunta:

- Dime, donde conseguiste toda esa rica sangre?!
El otro le responde:
- Bueno, tú ves ese muro de hormigon armado que esta allí?
- Si.
- Pues yo no lo vi...




Un Argentino pregunta a un Brasilero:
- Es cierto que ustedes hacen el amor a oscuras unicamente?
- Nooo, nosotros hacemos el amor a oscuras, a osobispus, as monjas, aos
monajillus a todu mundu.



Un hombre está en la mesa de operaciones, previo a ser operado por
su propio hijo, el cirujano.
El padre dice:
- 'Hijo, hazlo sin ningún tipo de presión..., con
tranquilidad....,y todo saldrá bien.
Piensa únicamente en que si algo me pasa..., tu madre irá a vivir
contigo...'


 

Una abuelita de 98 años y un abuelito de 115 visitan al doctor:
-Entonces.... nosotros no podemos hacer el amor?
-No mi señora, si ustedes lo hacen se pueden morir. Es mejor que duerman
en cuartos separados.
-A media noche, le tocan a la puerta del cuarto del viejito.
-Quien es?
-Una viejita suicida...



  LLega un tío a su casa y se encuentra a su mujer desnuda y despatarrada en la cama y le dice

-¿Pero María que te ha pasado?

-Que me ha violado un extraterreste.

-¿Y cómo sabes que era un extraterreste?

-Porque me ha dicho que era del Planeta Agostini...


miércoles, 11 de febrero de 2009

Intercambio de sexos




A lo largo de los años, en muchas conversaciones masculinas sobre las mujeres, me he encontrado con la frase.... "si yo fuera mujer, seria mas puta que las gallinas..." refiriendose a que el hombre en cuestión siempre esta dispuesto al sexo, y si tuviera la facilidad de elegir que tienen las mujeres, pues evidentemente se entregaria a cualquiera y a cualquier hora.

Personalmente, discrepo un poco de este simple razonamiento. Quizas mi parte femenina (se dice que todos los hombres la tenemos) me hace pensar, que si yo fuera mujer, lo que creo que realmente me gustaria es tener solamente a dos hombres. Un marido con quien compartir la vida como compañero, y un amante con quien descubrir el mundo del sexo sin tabues, de disfrutarlo sin limitaciones y con quien toda la relacion estuviera basada en la quimica sexual. Puestos a elegir, creo que seria completamente sumisa, que buscaria a un Amo a quien entregarme (preferentemente buscaria que fuera mi jefe en el trabajo para facilitar encuentros, horarios, etc.) y gozaria completamente ofreciendole lo mejor de mi cuerpo y mente sexual para todos los caprichos y morbosidades. Me gustaria sentirme protegida, y explotada a la vez, y siempre al lado del mismo hombre (que no descartaria para nada que a su vez me entregara el a otros) para a traves de la confianza mas absoluta en su seguridad y en su discreción (muchisimo mejor si compartimos ese interes) dedicarnos a la exploración total del mundo del sexo.

Hace ya un tiempo, tuve una amiga, a la que como siempre llamare por su inicial "M", con la que tuve el inmenso placer de tener largas y gratificantes conversaciones de chat, con la que compartirmos algunas fotos, y alguna conversación telefónica, pero que por circunstancias de la vida jamas llegamos a conocernos de forma personal. En una de nuestras charlas, le propuse a "M" si seria capaz de escribir un relato erótico desde la perspectiva de un hombre, poniendo como prueba de este juego, el darselo a alguién para que lo lea y adivine si su autor es un hombre o una mujer. "M", sin duda mujer muy capacitada para las letras, escribió un largo relato que consta de cinco partes, y aqui os dejo la primera queridos lectores para que juzgueis vosotros mismos. Espero que lo disfruteis tanto como lo disfrute yo mismo en su dia.

"....Es viernes por la tarde, ya ha empezado a esconderse el sol y existe una tenue penumbra en mi salón. Tumbado en mi sofá dejo volar la imaginación hacia ti, preguntándome una y otra vez como serás. Solo faltan dos horas para que aterrice tu avión. En mi mente sólo existen dos datos certeros, tienes 29 años y eres de Bilbao. Ni tan siquiera se tu nombre aunque eso no me importa.

Mientras espero, mis pensamientos recorren los rasgos de una fotografía que me enviaste cuando yo te lo pedí. Una y otra vez, recorro rápidamente tu preciosa cara y tu cabello rubio, y más despacio ese pecho deseable, esos pezones ansiosos, ese vientre suave, ese pubis depilado, ese culo virgen, ... Conozco la fotografía de memoria, y de memoria conozco tu cuerpo aunque no lo haya visto nunca.

Sigo esperando tu llegada, el reloj parece haberse detenido para dejar que mi imaginación te folle antes de verte. El sólo echo de saberte sumisa a mis deseos me produce una excitación profunda. Así lo hemos acordado. Tu no sabes nada de mí, pero has accedido a venir, suplicándome que te ordene todo lo yo quiera que hayas.

Todo un fin de semana para mí, para ordenarte, para poseerte, para desearte, para follarte, para … he planeado tantas cosas, … Mi mano se ha escapado casi instintivamente y me estoy acariciando por encima de mis CK negros. No llevo nada más puesto. No puedo resistirme más, estiro la goma y meto mi mano entera por debajo del calzoncillo. Mi polla está enorme hace rato, y la sangre me bombea para que continúe. Sólo pensar que en poco más de una hora te tendré a mi disposición me tiene enloquecido y empalmado.

Empiezo a masturbarme mirando el reloj, y con mi imaginación entretenida en tu cuerpo. No quiero correrme, y tengo que hacer verdaderos esfuerzos para contener una eyaculación prematura, pero tampoco puedo dejar de acariciarme.

De pronto siento la puerta de un coche cerrarse, … Te ordené que vinieras en taxi desde el aeropuerto. Salto del sofá y me acerco a la ventana. Ha anochecido del todo, pero no me doy cuenta. Sólo te veo a ti, a tu cuerpo inclinado pagando el taxi. Estas preciosa. Tu culo mirando a mi ventana, y tú delante de la puerta del jardín de mi casa. Ya has llegado para entregarte a mí.

Miras a tu alrededor, situándote en la noche, supongo que meditando por ultima vez tu sumisión antes de abrir esa puerta. Sentirás la extrañeza que produce un lugar visto por primera vez, y del que no podrás olvidarte jamás. No sabes muy bien (me lo has dicho), que te impulsó a aceptar este juego, pero ya estás aquí, y sólo queda una puerta para llegar.

La abres, caminas despacio, te detienes en el jardín dudosa, pensativa. Miras a los lados sin ver nada y martilleándote en la cabeza mis últimas palabras. Mis órdenes fueron claras: “te desnudarás en el jardín, dejarás toda tu ropa junto al equipaje, fuera, y entrarás en casa, sin llamar, desnuda”.

Tu deseo hacía mí es mucho mayor que la vergüenza que sientes ante la idea de verte desnuda en el jardín, por lo que empiezas a desvestirte poco a poco. No deseas contradecirme.

Yo sigo en la ventana, y veo caer tu jersey primero, tu falda después, … Ahora te desabrochas el sujetador y veo tus tetas por primera vez, … son deliciosas. Ya estás bajando tus braguitas y te imagino húmeda, húmeda para mí.

Terminas de desnudarte y abres, con decisión, la puerta de mi casa …

Yo te estoy esperando justo enfrente, de pie, con los ojos clavados en tu cuerpo, para que tu impresión al verme sea mucho mayor. Te quedas unos instantes mirando, y comienzas a caminar hacia mí. Te paras, me miras, y saludas: “hola, ya estoy aquí”. Te cojo del cuello y, suavemente, te beso con dulzura y pasión contenida. Al acercarte a mí has notado la dureza de mi miembro y sonríes. Parece que ya no tengas dudas de tu viaje. Ahora estás segura de tu deseo de complacerme, y te sientes orgullosa de la excitación que provocas en mí.

No conocías ningún detalle de mí, pero sé que te gusto. Siento como me vas deseando cada vez más, y cómo todo tu cuerpo se eriza ante una excitación imparable. Empiezas a bajar por todo mi cuerpo, lamiendo con tu lengua sedienta cada poro de mi piel, … Has cerrado los ojos, para resbalar por mi torso. Te excita cómo huelo, cómo huelen mis pezones, cómo huelen mis axilas, … Tu lengua ha llegado ya a la altura de mis calzoncillos. Te pones de rodillas, y acercas tu boca. Comienzas a estirar la goma con tus dientes, con los ojos cerrados de nuevo. Tu nariz comienza a rozar mi pene caliente, y abres los ojos para encontrar ante ellos un miembro magnífico y erecto.

En este momento te digo que empieza tu trabajo, y te ordeno que lo chupes, sin ayudarte de las manos, sólo tu boca entrando y saliendo. Debido a la profunda excitación en la que me encuentro, estoy ya a punto de explotar,… te lo digo, y te ordeno que te la comas toda, entera, y que sigas chupando hasta que me corra. Tú obedeces. Veo como mi polla se va perdiendo en tu boca desde arriba, arrodillada ante mí, y no puedo reprimir el coger tu cabeza con mis manos y empujar ordenándote que la quiero más adentro. Buena chica. Muy bien. Ahora más deprisa, muévete hasta que me corra,… muy bien, así,… exploto,… estoy eyaculando una barbaridad. Te pido que te lo tragues, todo, bebe toda mi leche. Obedece. Ahora limpia mi polla hasta dejarla reluciente. Muy bien, lo haces muy bien.

Cuando acabas, te levanto, te vuelvo a besar y te digo… “bienvenida”. Te tomo de la mano y te llevo al cuarto de baño. Te pido que te des una ducha mientras yo preparo unas bebidas.

Estando aún en la ducha, entro al cuarto de baño. Me quedo mirando como el agua resbala por tu cuerpo, por tus pechos, por tu vientre, … Me acerco, y comienzo a enjabonar suavemente tu cuello. Noto tu suave piel, bajo mis manos hacia tus pechos pellizcando tus pezones duros. Susurras los primeros gemidos de placer desde tu llegada y me miras con ojos de deseo. Suelto tus pezones y sigo con tu cuerpo hasta llegar al pubis. Comienzo a aplicar un suave masaje por tu vello perfectamente arreglado. Mis dedos resbalan hacia los labios de tu sexo y tus gemidos parecen suplicarme que no me detenga. Mi pene vuelve a estar firme y tenso, pero no te has dado cuenta. Tus piernas han comenzado a temblar y casi no puedes sostenerte en pie. Te ordeno que no te apoyes en la pared y acelero más el ritmo de mi dedo frotando tu clítoris. Introduzco dos dedos de golpe en tu vagina provocando que te estremezcas del placer que te está produciendo mi mano. Al mismo tiempo, mi otra mano continúa pellizcando tus durísimos pezones. Tus gemidos se han transformado en jadeos y tus piernas tiemblan demasiado. Me pides que te deje apoyarte y que no pare, pero te ordeno que no, que harás lo que yo desee. Obedeces, te corres, te corres gritando como hacía tiempo no lo hacías, te corres con la mano de un desconocido en tu coño. Yo acelero un poco más el ritmo, ordenándote que aguantes. Viene otro orgasmo, y otro, ….

Por fin mis dedos se relajan. Te pido que te sientes en la bañera para que descanses. “Gracias” me susurras en un tono casi imperceptible y entrecortado. Te abandono, me dirijo al salón para tomarme mi refresco. Desde allí te ordeno que te vistas lo más provocativa que puedas y que no te pongas braguitas,….

Iremos a cenar, ……"

domingo, 8 de febrero de 2009

El arte de saber abrirse


En mi constante búsqueda de situaciones de las que crean una excitación especial a traves del mundo fetichista, quiero constatar que no solamente entiendo como fetichistas objetos, sino también acciones o situaciones muy especiales, y hoy, paseando esta tarde por la calle me ha venido a la memoria una aventura ocurrida hace unos cinco o seis años a la que quiero homenajear a traves de este escrito.

Ella, "D" la llamaré en adelante como la inicial de su nombre verdadero, era una chica normal, de una edad cercana a la cuarentena, rubia teñida, muy alta y muy delgada, extremadamente plana como no he visto nunca nadie mas, es decir sin tetas dignas de llamarse asi, maravillosamente dulce, con unas manos preciosas y unas uñas muy bien cuidadas, de extracto social diriamos que medio-bajo que trabajaba de dependienta en una tienda de ropa infantil, que quedaba al lado del bar donde yo solia tomar cafe a media mañana cuando me escapaba de mi oficina. Un día comenzamos a charlar, y a partir de aqui, cada dia las conversaciones fueron mas animadas, y picantes, hasta que un día me decidi a invitarla a comer de forma improvisada. Salí temprano de la oficina al mediodia, y la recogí en la tienda. Era a principios de verano, y ella vestía como siempre, unos pantalones muy ceñidos, camisetas y sandalias de altisimo tacón con cuña. Yo iba con mi traje y corbata, como siempre. Prácticamente me sacaba una cabeza de altura, pero a mi no me importaba en absoluto y a ella tampoco.

Me sentía feliz de llevar esa estupenda y encantadora mujer a mi lado, abrirle la puerta del coche, del restaurante, acercarle la silla, tratarla como se debe tratar a las damas. Me encanta esa dualidad de dama en la calle y puta en la intimidad. Tomamos un poco de alcohol en la comida y una copa despues de ella, así que cuando volvíamos al trabajo y nos sentamos los dos en el coche, antes de arrancar, me acerque a ella y la bese apasionadamente. Ella se dejo llevar completamente despues de ese momento y accedio a que en lugar de llevarla a trabajar, la llevara a un hotelito para poseerla y hacerla mia.

Hasta aquí todo de lo mas normal, pero.... en el hotel... después del normal besuqueo, caricias, y desnudarnos, se metió mi polla en su boca y me obsequió con una buena mamada, también dentro de lo normal, buena sin llegar a notable, pero muy aceptable. Yo me moría de ganas de comerme su lindo y cuidadito coño y cuando fuí a intentarlo no me dejó. Lo extraordinario desde mi punto de vista fetichista es lo que hizo después. Algo tan simple como apartarse de mi, tumbarse en la cama boca arriba, mirarme con una extraordinaria lujuria y abrirse de piernas con un arte como no había visto jamás en ninguna otra mujer, y sin ser un playboy ni mucho menos, he tenido la suerte de conocer a muchas.

Ese gesto, me lleno de morbosidad, de pasion, de lujuria, de ardor guerrero. Se me ofreció de una manera que jamas olvidaré. La continuación fué muy buena, maravillosa, pero ya dentro de la más absoluta normalidad y convencionalidad, pero ese detalle forma parte de esas pequeñas cosas de la vida, tan especiales que por mucho tiempo que pase, y por muchas vicisitudes que ocurran "D" permanecerá en mi memoria como una mujer excepcional.

sábado, 7 de febrero de 2009

Los tacones maravillosos


Personalmente considero los zapatos de tacón como el objeto fetichista por excelencia, y debo reconocer que para mi, es sin duda un simbolo de distinción entre las mujeres. Puede sonar a muy simple pero me parece una realidad que posiblemente comparta con otros muchos hombres, y seguramente con algunas mujeres también.

Cuando voy por la calle en cualquier circunstancia, sumido en mis pensamientos, trabajando, conduciendo o realizando cualquier otra actividad, creo que mi subconsciente esta siempre atento a los pies de las personas con las que me cruzo o me rodean. No se me escapan unos, y ello me hace clasificar a las mujeres en dos grupos. Las que los usan, y las que no. Evidentemente uno de esos grupos deja de interesarme de ipso facto en la vertiente erotica-sexual. Y las que si los usan, se convierten en musas deseables en las que inspiro mis muchas y variadas fantasias sexuales en las que vivo sumergido permanentemente.

Entiendo e incluso apoyo, que los tacones de verdad son muy incomodos para la vida cotidiana, pero.... hay mujeres que los usan permanentemente, y otras.... que no se los ponen jamas. De estas, por supuesto no vais a encontrar ni una referencia mas en todo el blog. Pero hablemos de las que si usan este bendito calzado. El hecho de usarlos, ya las hace mas sensuales, y por supuesto deseables. Pienso que la vida sexual de las "entaconadas" debe ser mucho mas activa que las de las otras (aunque evidentemente siempre existen las excepciones), pero creo que es como un simbolo de sensualidad, un simbolo de deseo, de morbosidad, de capacidad para llegar un poco mas lejos, para hacer esas "cosillas" que a los hombres nos gustan tanto, y que para muchas mujeres es razón para escandalizarse.

En la oficina de la nueva empresa donde trabajo, hay varias mujeres, pero tan solo hay tres que usen tacones, y botas porque es invierno (estoy deseando ver que ocurre en verano). Dos de ellas me resultan tremendamente atractivas, y en este blog me referire con frecuencia a ellas puesto que ocupan lugares altos en el ranking de mis musas, y por lo tanto seran protagonistas de muchas fantasias que tengo deseos de contar aqui. Una de ellas, jovencita (22 años), no es para nada una mujer guapa, en cambio, con un cuerpo normal sin sobrepeso, una estatura mediana, y esas botas de tacones de aguja que usa, la hacen tremendamente deseable por el erotismo que desprende su físico en conjunto, y por supuesto por su juventud. La otra, de mediana edad (38 años aprox.), es bajita, delgada, extremadamente dulce en su pronunciacion latina del castellano y tambien usa botas de tacon. En los tres meses que lleva con nosotros, siempre ha llevado botas, distintas, pero siempre con tacon, pero el otro dia, aparecio con unos maravillosos zapatos, cercanos ya al tacon extremo (debian tener por lo menos unos 10 cms.), explendidos y estaba radiante sobre ellos. La verdad es que me hubiera gusto piropearla y felicitarla por su imagen, por su belleza sin ser tampoco guapa. También quiero decir que las dos son inteligentes, y buena gente, ahora solo falta que en mas profundo interior, se sientan muy putas, muy morbosas, y deseen seguir motivandome a desearlas constantemente y hacer de mi dia a dia laboral, mucho mas llevadero y agradable.