domingo, 22 de febrero de 2009

A veces los sueños se hacen realidad---











Hace ya unos tres años, tuve la enorme satisfacción, de poder realizar una de mis más soñadas y deseadas fantasías sexuales que hoy he decidido contar aquí, y a la que acompaño con alguna de las fotografías reales que hicimos durante aquella fascinante tarde de primavera. Yo había conocido una chica boliviana a la que llamaremos "M" a través de un anuncio de amistad de loquo. Primero nos escribimos, luego chateamos, hablamos por teléfono y finalmente un buen día quedamos para tomar un café en un centro comercial. Aquel primer encuentro, nos llevo a descubrir nuestras mutuas aficiones al sexo, a las fantasías sexuales, al sado erótico, y al bdsm. Fuimos descubriéndonos para llegar a mantener una buena amistad, complementada con una fantástica relación sexual. Ella era mas bien menuda, delgada, con un buen cuerpo, y de media melena negra azabache con unos enormes ojos marrones. Físicamente estaba francamente bien, pero mentalmente era un autentico torbellino. Yo he tenido varias relaciones y experiencias de todo tipo en bdsm puesto que desde hace muchos años que mantengo un gran interés en este tema. Ella no tenia experiencia en la misma pero estaba ansiosa de aprender y desarrollarse como Ama. Desgraciadamente o afortunadamente, los dos teníamos una natural tendencia hacia la vertiente dominante por lo que una relación D/s entre nosotros no era posible. No obstante eso no impidió que de vez en cuando tuviéramos unas fantásticas tardes o mañanas de sexo morboso. Su pareja habitual de la que estaba harta, tenia a su cargo un piso de prostitución, donde ella aprendió como se llevaba este negocio en Barcelona. Al cabo de poco tiempo, se separó, y entonces montó ella una casa de putas, llevándose a algunas chicas de las que trabajan con su ex. Yo la visitaba de vez en cuando, y a veces nos acostábamos y otras solo charlábamos, o salíamos a comer, pero a pesar de sus ofrecimientos de que colaborara o participara del negocio, me abstuve siempre de tener ninguna vinculación con el mismo, puesto que mi trabajo es otro, y para mi, mi relación con ella y con el sexo es siempre bajo el prisma de la diversión, y nunca bajo la perspectiva del dinero. Al poco tiempo, la cosa le iba bien, y como en este oficio, la rotación de personal es importante, pues cada vez tenia chicas nuevas y de todo tipo. "M" que es lista como el hambre, tan solo estaba al cargo de todo, pero no ejercía de puta, pero sabía que si ofrecía entre sus clientes el servicio de SM, sus ingresos aumentarían considerablemente. Así que ideó la manera de poder ampliar su catalogo de servicios. Un buen día me dijo que tenia una chica nueva. La llamaremos "H", que era peruana, de diecinueve años, que estaba muy bien pero que no tenia nada de experiencia. Tenia un novio al que le decía que iba a limpiar a una casa, y se pasaba el día en el negocio ofreciéndose como puta a los clientes. Como estaba de muy buen ver, y era muy joven, tenia mucho éxito, aunque su nivel de implicación, o de experiencia y sabiduría sexual dejaba mucho que desear, "M" le propuso aprender cosas nuevas para poder ejerceré como "sumisa" en el servicio de Sado Erótico. "H" accedió encantada, así que un día me explicó que quería ofrecérmela como regalo, para que yo le diera unas primeras sesiones en donde ellas dos aprenderían de como llevar a termino sus roles de Ama y sumisa y podrían poner en marcha esta nueva variante del negocio. Evidentemente, yo accedí encantado, así que las cité para comer en un restaurante al día siguiente...




A la hora convenida, nos encontramos a la puerta del restaurante. "M" iba con una falda de tubo, camisa y chaqueta y nos zapatos con tacón bajo. "H" a la que yo todavía no conocía iba con unas botas camperas, vaqueros, blusa y chaqueta. Era una chica muy hermosa. Larga melena negra, ojos marrones, piel muy tostada sin llegar a ser mulata, manos cuidadas, y extremadamente tímidas. Nos saludamos, entramos al restaurante, y comimos mientras charlábamos distendidamente "M" y yo, y "H" no miraba curiosa y atenta pero sin ser capaz de entrar en la conversación por su timidez y su juventud. Durante la comida, le expliqué a "H" lo que "M" me había contado de ella, y le pregunté si efectivamente deseaba sentirse sumisa en mis manos, a lo que asintió bastante convencida. Así que pagué la cuenta, le di mi maletín a "H" para que lo llevara y nos marchamos a un apartamento que tenía alquilado a pocas calles de allí, fuimos dando un paseo hasta llegar a él y cuando entramos en el edificio le dije a "H" -a partir de este momento me perteneces y harás cuanto te ordene, mantendrás todo el tiempo la mirada baja, y tan solo hablaras cuando se te pregunte-.

Entramos en el ascensor y le ordene se pusiera de rodillas ante nosotros. "M" estaba supercontenta y excitada, y tan solo quería mirar y observar. Al llegar al rellano le di las llaves del apartamento a "M" y cogiendo del pelo a "H" le dije -tu de rodillas perra, ven conmigo-. Mientras "M" abría la puerta yo entraba con "H" cogida del pelo y andando de rodillas y cargando mi maletín hasta un comedor donde la deposité en el centro y me senté en el sofá. "M" se sentó a mi lado, nos besamos tranquilamente y le dije a "H" que se desnudara totalmente. No llevaba ropa demasiado sexy, así que eso le iba a costar un severo castigo. Se desnudo sin demasiada gracia la verdad, y volvió a ponerse de rodillas. Yo me levante, coloque mi maletín sobre una mesa que había y lo abrí. A "M" se le abrieron los ojos como platos al ver los juguetitos que había traído, y elegí primeramente unas esposas y la pala.
Le puse las esposas y la tumbe sobre mis rodillas dándole así su primera lección sobre el spanking. Lo aceptó muy bien, y lo disfruto como me comentó mas tarde. Después, le ate las muñecas a los tobillos, utilizando cinta aislante, para que quedara con las piernas encogidas y abiertas a mi gusto, donde poder jugar con su coñito, azotarlo, ponerle unas pinzas o introducirle un consolador mientras también jugaba con sus pequeños pero bien formados pechos. Por sus reacciones la experiencia iba muy bien, asi que fui alternando las caricias, los azotes, el sexo salvaje, mientras “H” gozaba de la experiencia.

A todo esto, “H” se dedico a fotografiar esta primera y Light sesión de iniciación para regocijo de los participantes en ese momento, y quizás ahora para algún visitante….

No hay comentarios:

Publicar un comentario